Es aquel que está orientado a mejorar las capacidades del individuo mediante la optimización del movimiento, buscando el fin último de mejorar nuestro día a día. Por ejemplo, un entrenamiento funcional para un oficinista puede estar orientado a mejorar su postura, ya que pasa muchas horas sentado, pudiendo provocar dolores de espalda o lesiones a la larga; así como mejorar el disparo de un futbolista para que su movimiento sea lo más eficiente posible. Es decir, este tipo de entrenamiento lo pueden y deben realizar cualquier tipo de personas, con cualquier objetivo a alcanzar.
Está de moda este concepto, pero creo que se está desvirtuando a favor del entrenamiento “espectáculo”. Parece que cuanto más acrobático y espectacular sea el ejercicio más funcional es. PERO, QUE NO TE ENGAÑEN:
- No está compuesto por ejercicios complicados sin sentido, ya que siempre buscamos un fin.
- Más inestable no es igual a más funcional. Lo más complicado precisamente es ser estable en un movimiento, saber fijar unas partes para mover otras con control y fuera de peligro. La mayoría de las lesiones vienen por no saber cómo estabilizar el cuerpo. Ten cuidado y aprende a ser estable y fuerte en movimiento básicos como andar, subir las escaleras o sentarte, para seguir progresando.
En resumen, NO BUSQUES LA COMPLEJIDAD Y ENTRENA CON ALGUIEN QUE TE ENSEÑE A MOVERTE DE MANERA CORRECTA.